EL ZORRO

Hace muchos, muchísimos años yo me estaba sacando el carnet de conducir. Conseguir mi L me costó muchísimo física, anímica y económicamente, pero lo logré que es lo importante; y créanme que lo he amortizado y lo sigo haciendo. Me encanta conducir, y no está bien que yo lo diga pero lo hago bastante bien. Aparcar ya es otra historia, pero dame carretera que la devoro.
A lo que íbamos. Estaba dando las prácticas cuando en la carretera cerca de mi pueblo se me cruzó un zorro. Yo miré a la profesora con cara de confusión porque aquello era más grande que un gato pero tampoco era un perro. Y ella me dió la razón: sí, era un zorro. Cuando les conté la historia a mis amigos se rieron bastante de mí, de hecho lo siguen haciendo cuando surje la historia. Que si era un perro disfrazado de zorro porque estamos cerca de carnaval, que qué me había tomado antes de subirme al coche y cosas por el estilo. Pero yo pongo la mano en la vitrocerámica al 12 por que aquello se cruzó y era un zorro.

Otro día volviendo de Toledo por la noche volví a ver a dos zorros, esta vez por un sembrado de al lado de la carretera,se dieron la vuelta, miraron hacia la  luz y siguieron su camino. Pero como iba sola tampoco me creyeron. A mí me pasan cosas muy raras joder, pero no me las invento.

Bueno pues esta mañana entre el mensaje de: te vas a hacer la tarjeta sanitaria europea?? ( porque con la suerte que tenemos fijo que en Londres nos ponemos malísimas) y el: activa tus domingos orange... me ha llegado un mensaje de mi amigo Santi: Parri, esta mañana se me ha cruzado un zorro o un coyote, no lo sé.

No soy demasiado sobervia pero me encanta tener razón. Ahora deberíamos hacer la fiesta del zorro , todos con antifaces, espada y capa. Fijo que al coche de delante se le cruzó el correcaminos.