lunes, 18 de julio de 2011

ANTES TODO ESTO ERA CAMPO

El otro día iba paseando al perro con mi hermano, que tiene 11 años y me convertí en una vieja. De repente le dije: ves todo estos pisos?? Pues todo esto antes era campo, y había montañas de tierra  y nos veníamos aquí con las bicis a subir y bajar por ellas. Y todo lo que hay en frente de casa?? pues eso también era campo, y había una era donde jugábamos al fútbol, y un banco de piedra donde nos sentábamos por las noches. Y me paré a pensar y esque ahora por las noches no hay niños jugando en la calle.

Y esque cuando todo eso era campo y yo era pequeña el verano comenzaba el día que te daban las notas, y a partir de ese día ya podías estar en la calle jugando todo el día. Por la mañana ibas a clases si no habías sido buen estudiante, o a natación si tenías una hermana con problemas de espalda , como era mi caso, y para que no fuera sola y yo estaba un poco rechoncha, pues a mi también me tocaba, hasta el primer verano que tuve la regla y no pude aprender a nadar a mariposa. Luego estaba prohibidísimo salir a la calle hasta las 5 de la tarde porque era la hora de la siesta y te iba a llevar un perro en la boca ( como les pasa a los chupetes y los biberones, no es mi caso porque yo me bebí la leche en biberón hasta los 6 años, llamadme salvaje y a mi madre contraproducente pero esque si no no me la bebía, y por lo visto me la bebía aridendo, que hasta se me caían las lágrimas cuentan mis vecinas, yo, que bebo leche fría hasta en invierno ) o un gitano ( no conozco a nadie al que le haya raptado un gitano) Pero a esa hora llegaba la libertad y te ibas a casa de tu abuela  o de la vecina, o de tu tía a bañarte en la toy de plástico azul.

Mi abuela tenía un patio genial con muchas flores y nos ponían la toy hexágonal, todo un derroche de tamaño, no sé para qué si sólo éramos mi hermana y yo. Yo era una niña bastante histérica y tenía pánico a las avispas por lo que mi pobre abuela ( que en gloria esté) tenía que sentarse allí con nosotras y espantármelas con el matamoscas, proque además la vecina de al lado tenía una parra, y todo el mundo sabe que las piscinas toy y las parras son las dos cosas que más les gusta en en mundo a las avispas. Mis otros abuelos sí que tenían parras ( y avispas, claro) y mi abuelo por las tardes se sentaba bajo la parra a comer sandía. A mí me da pena que los niños que ahora no juegan en la calle no vayan a tener un abuelo que come sandía bajo la parra y una abuela con tiestos y flores de todos los colores que te deje regarlas con las manguera y en mayo te prepare flores para llevárselas a la virgen al cole. Todas las tardes terminaban igual, mojábamos a mi madre, mi tía y mi abuela, mi hermana y yo nos pegábamos y luego nos sacaban, nos tocaba cobrar y nos comíamos un helado de corte.

Después merendabas, aunque yo era una niña con colesterol y no podía merendar nocilla ni chocolate, a no ser que fuera del herbolario y me tenía que conformar con el pavo y el jamón york o la mortadela de popeye o de la pantera rosa; y te ibas a jugar a la calle con el resto de los niños. Mi barrio era tan guay que venían niños de otros barrios a jugar aquí. Al escondite, a la liebre, a la cadena, al fútbol, rugby ( con nuestras propias normas, claro) a la pelota envenenada, tulipán... y así hasta que tu madre te llamaba para cenar, cenabas corriendo y te ibas de nuevo a jugar. Cerca de mi casa hay un descampado con tinajas ( de las grandes, de las del vino) y ahí jugábamos a las guerras con globos de agua o a la guerra de las galaxias , que era como la guerra con globos de agua pero tirándonos piedras ( como os lo cuento) Luego nuestras madres salían al fresco, con las botellas de agua fría y nosotros seguíamos por allí ya con juegos más tranquilos, como con las cartas a policía y ladrón que era un juego ganador. Había una vecina que cuando se te movía un diente te lo quitaba sin piedad ninguna, aunque era guay proque esa noche tenías premio del ratoncito Pérez si tu madre era una mujer preparada, pero sino te ponía la excusa de que como es muy tarde el ratoncito no se ha enterado aún de lo de tu diente asi que vendrá al día siguiente. Cuando se te iba un poco la pinza y llegabas más tarde de lo normal a casa tu madre no te abría y te amenazaba con dormir en el portal. y tú pensabas: joder con mi madre, no me deja salir de casa hasta las 5 de la tarde y me va a dejar dormir en la calle, que por la noche también hay perros y gitanos. Pero se ve que al final la conciencia la vencía y te abría, eso sí amenazándote: pero mañana como no llegues antes si que duermes en el portal.

Y es que me da pena, porque ahora los veranos no parecen veranos, entre que los niños suspenden mucho y se tiran haciendo deberes todo el día ( o eso deberían) ;y los cursos de natación, desiertos, y que se pasan en día jugando a las maquinitas, y no hay sitios en la calle para que jueguen sin peligro de dar balonazos a los coches o que les arrolle uno... Me parecen mucho mejores los veranos de cuando todo esto era campo y no aprendíamos con ordenadores enanos y los columpios y los parques no eran de materiales blanditos.

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